En Octubre del 2012 se puso en contacto con nosotros Sara Aotearoa desde Tenerife para encargarnos el diseño del logotipo para su empresa de fotografía: Moana Photography.
Se trata de un estudio de fotografía social (fotografía de bebés, familias, reportajes nupciales, etc...). El público objetivo es de entre 25 a 45 años, con un poder adquisitivo medio-alto, que busca calidad fotográfica en un trabajo artístico y cuidado, pero a la vez fresco y natural.
“Moana” es una palabra perteneciente a diversas lenguas de las islas del Pacífico y su significado es “océano”. Sara eligió esta palabra por su relación personal con aquella zona y con la cultura maorí.
Ella buscaba un logotipo que se inspirara de alguna manera en las formas de los símbolos y trazos maoríes, el mar, las olas... Buscaba una imagen limpia, sin adornos elaborados, que transmitiera el tipo de fotografía minimalista que ella desarrolla.
Empezamos a buscar imágenes en la línea que ella nos planteaba, formas que evocaran las sensaciones que ella nos describía. Obtuvimos 24 propuestas.
A los pocos días Sara nos contestó comentándonos que tenía claro el tipo de letra pero que el isotipo le planteaba muchas dudas, ya que las propuestas que le mandamos eran quizás demasiado afiladas o masculinas en muchos casos para el tipo de fotografía que ella hacía. Nos pidió que desarrolláramos dos de las propuestas pero quería ver también nuevas ideas más enfocadas a la delicadeza y ternura que sugería un recién nacido.
En esta nueva fase trabajamos por tanto imágenes mucho más infantiles, redondeadas, ingenuas...usando combinaciones de colores “pastel”, grises, etc...
Al final le mandamos 26 nuevas propuestas porque estábamos algo confusos sobre la idea que nuestra clienta buscaba, ya que encontrábamos que la estética maorí y la ternura de un bebé eran bastante antagónicos desde el punto de vista gráfico.
De este listado Sara encontró dos propuestas que le gustaron mucho. Las dos fueron desarrolladas un poco más para ver que tal funcionaban junto a la tipografía, hasta que llegamos a la imagen definitiva.
El icono finalmente era una composición abstracta que tenía múltiples lecturas: la luz, el agua, una flor...de esta manera el estudio consiguió una imagen minimalista e inocente que representaba perfectamente su estilo fotográfico.
Por Alejandro Prieto. Director de Logoestilo.
